"Programa Samuel Robinson" por Hernández Damiela

Programa Samuel Robinson

    En sus inicios, hace más de ocho años, fue un proyecto que una vez elevado y discutido por el Consejo Universitario se convirtió en un Programa, cuyo propósito es contribuir con las oportunidades de estudio ofrecidas por el sistema de educación superior, a través de proceso de selección que permitan un contacto directo con estudiantes de bajos recursos, altamente motivados y con potencialidades intelectuales para ingresar a las universidades.

    La secretaria de la UCV, doctora Cecilia García Arocha, cuando se le preguntó sobre sus perspectivas sobre el Programa Samuel Robinson, dijo que “las orientaciones que se le están dando a este programa, es con la equidad que caracteriza a la Universidad, la transparencia, la pertinencia y las oportunidades. Se ha logrado o solamente las expectativas planteadas, sino también se ha podido dale algunas nivelaciones de las deficiencias que traen de la educación media”.

    Por otra parte, el Programa Samuel Robinson permite mejorar el perfil de formación de los alumnos de liceos públicos, mediante un proceso de formación de sus docentes. Asimismo, ofrece una vía de ingreso alterna a los estudiantes de liceos oficiales de la Gran Caracas y está orientado hacia el ingreso de nuevos estudiantes, en cada facultad. Además, se está gestionando el aumento, ya que son las autoridades quienes tienen la potestad de determinar el nuero de ingreso por año o semestre.

    En cuanto al proceso de admisión, la entrevistada comentó que el mismo consta de cinco fases: la primera, informa y motiva a los estudiantes de liceos públicos a participar en el programa. La idea es que todo estudiante ingrese al programa de manera voluntaria.

    La segunda, es la aplicación a los aspirantes de un conjunto de instrumentos que permiten evaluar sus aptitudes y potencialidades. La tercera, es la realización de una serie de actividades académicas presenciales, diseñadas para propiciar el éxito de los estudiantes seleccionados. La cuarta, corresponde al ingreso a la carrera de aquellos estudiantes que resultaron exitosos en las anteriores etapas y, por último, la quinta fases es un programa preventivo y promotor, que ayuda al estudiante durante sus actividades académicas regulares, a mantener el equilibrio necesario para la realización de sus proyecto de vida.

    En este proceso, a veces, la información no llega a los planteles educativos por lo que se tuvo que desarrollar un sub-programa denominado “Samuel Robinson va al liceo”, con el cual se busca crear espacios para la reflexión compartida, en torno a las dificultades actuales del sistema educativo. En ese mismo orden, se capacita y mejora, a través de cursos de actualización y mejoramiento profesional, al personal directivo, docente, orientador, y al resto de personal que labora en bienestar estudiantil de educación media. Resaltó, de igual manera, que en este subprograma se ceo la incorporación, al Programa Samuel Robinson, de los supervisores educativos del Ministerio de Educación y Deporte.

    En otro orden de ideas, la Secretaría de la UCV comentó que cada año ha sido bien representativo el aumento para ingresar al sistema de educación superior. “El año pasado recibimos alrededor de 5.000 bachilleres de varios planteles públicos de la Gran Caracas y en la segunda etapa vinieron casi 2.400 estudiantes”, enfatizó. Sin embargo, aclaró que para la etapa de ingreso del nuevo estudiantado, sólo un 10 y un 15% pueden ingresa a formar parte de la comunidad ucevista. En tal sentido, manifestó que se espera que para este año exista un aumento de cupos, por facultad, porque es lo que se ha venido trabajando desde hace más de un año.

    Metas a corto plazo

    Respecto a las metas que tienen pautas dentro del marco del programa, destacó las siguientes:

• Incrementar el aporte financiero del ministerio de Educación Superior, de la OPSU y del Ministerio de Educación y Deporte.
• Insertar nuevas gobernaciones para el desarrollo del programa a nivel nacional, tales como: Nueva Esparta y Maracay.
• Mantener, en las regiones con las cuales la universidad mantiene convenios (Amazonas y delata Amazonas), el mismo trato que ofrece el Programa Samuel Robinson a los estudiantes y docentes de los liceos de la región capital.
• Crear una nueva alianza entre el estado y la UCV, donde el primero de éstos maneje la admisión, y la UCV, por su parte, logre la mayor equidad en la distribución de cupos.
• El Programa Samuel Robinson espera, a corto plazo, enfocar su programa hacia un corte científico y crear un sistema de becas que permitan la subsistencia de los estudiantes durante sus estudios.
• Crear una infraestructura acorde y apropiada para atender al estudiantado y a los profesores que así lo ameriten para las gestiones administrativas pertinentes, que permita generar nuevos espacios en la docencia y las actividades académicas.
• Por otra parte, se espera que la OPSU ofrezca más información detallada, sobre el ingreso a las universidades, a la población estudiantil saliente y flotante. Asimismo, el gobierno considera que al someter a los estudiantes a pruebas de nivelación, se está extralimitando a la Constitución nacional ya que se está poniendo barreras a ese bachiller que quiere ingresar a la Universidad, sin exclusión y sin tener que presentar examen de admisión.
• Entre las metas a mediano plazo, se espera que el programa genere una nueva alternativa de admisión que contribuya a ampliar las oportunidades de estudio en las universidades, tomando en cuenta los criterios de selección aplicados tradicionalmente. “Esperamos que en menos de cinco años este Programa sea lo más democrático y justo para el ingreso a la educación superior, aplicando nuevos métodos de ingreso a las universidades, fundamentados en criterios aptitudinales y motivacionales, y apoyando el ingreso de estudiantes de estratos sociales bajos, altamente motivados y con potencialidades intelectuales a la UCV”, puntualizó la doctora García Arocha para concluir la entrevista.

    Fuente: Hernández, D (2008, Marzo). Programa Samuel Robinson. Sin Fronteras UCV, p. 23-24